Iván Petróvich Pávlov (Riazán 1849 – Leningrado 1936)

Fisiólogo ruso. Inició estudios de Teología, pero rápidamente los abandonó para estudiar medicina y química en Leningrado (actual San Petersburgo). En 1883, tras terminar su doctorado, se traslada a Alemania donde se especializa en fisiología intestinal y en el sistema circulatorio. En 1890 consiguió la plaza de profesor de fisiología en la Academia Médica Imperial. Desarrolló técnicas de estudio muy avanzadas para la época, que le permitieron estudiar el funcionamiento del sistema digestivo durante largos períodos de tiempo. Sus investigaciones más importantes se centraron en la actividad del estómago, consiguiendo aislar una pequeña parte de este (“el pequeño estómago de Pávlov”), el páncreas y las glándulas salivares. Gracias a todos estos estudios, recibió el premio Nobel de medicina en el año 1904, siendo el primer ruso que conseguía tal distinción.

Sin embargo, una de sus aportaciones más importantes a la ciencia, y a la etología y al conocimiento del aprendizaje en general, fue la formulación de “Ley del reflejo condicional” (lo que hoy en día conocemos como el “Condicionamiento Clásico”). Pávlov observó, durante sus estudios de fisiología que realizó con perros, que la salivación de estos se producía ante la presencia de comida, pero que también se producía por la mera presencia de los experimentadores (aunque no hubiera comida). Determinó, entonces, que podía ser resultado de una actividad psicológica, a la que llamó “reflejo condicional”. Realizó el conocido experimento consistente en hacer sonar un metrónomo (a 100 golpes por minuto) justo antes de dar comida a un perro. Con el tiempo, el perro asociaba el metrónomo a la comida, y empezaba a salivar nada más oír el sonido del metrónomo (incluso sin que hubiera comida presente).